Las cosas del querer

A cuatro días para mi exposición Carmelo Camacho está tan motivado como yo en ella. Son las cosas del querer, y en su blog me ha regalado con un entrañable texto al que acompaña esta mi/su esculturita "Fábrica de sueños" que me alegro disfruten. Dice:Siempre me llamó la atención la edad en que murió mi padre. Avelino. José la ha pasado ya, mi hermano mayor. Os digo que allí en ese año cruel de nuestra peculiar, familiar, historia conocí el frío. Y ninguno vendrá, tan gélido, después, que sea como aquel. Tan absoluto. Tan soberbio. Tan obscuro. Así es que estoy prevenido a los inviernos.
Decidí con Antón, ayer, poner aquí este testimonio. De Prosas apátridas de Julio Ramón Ribeyro. Verdaderamente nos preocupan las mismas derivas.
"Dentro de algunos años alcanzaré la edad de mi padre y, unos años después, superaré su edad, es decir, seré mayor que él y, más tarde aún, podré considerarlo como si fuese mi hijo. Por lo general todo hijo termina por alcanzar la edad de su padre o por rebasarla y entonces se convierte en el padre de su padre. Sólo así entonces podrá juzgarlo con la indulgencia que da el ser mayor, comprenderlo mejor y perdonarle todos sus defectos. Sólo así, además, se alcanza la verdadera mayoría de edad, la que extirpa toda opresión, así sea imaginaria, la que concede la total libertad" Prosas apátridas, 36. Seix Barral. 2007.
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