23 de Febrero - Caminaba incómodo. En el camino, yo, me suelo avituallar de agua en la primera fuente que encuentro, lo normal es que no pase nada, pero unas veces por cómo llevas el cuerpo, porque esté fría, o por cualquier otro motivo, no te sienta bien, y así iba yo, con el cuerpo movido y con necesidad de aliviarme a la mayor brevedad posible (en estas tierras llevan centenares de años amontonando piedras que sacan de las fincas al ararlas y las amontonan en sus linderos), protegido de vistas indiscretas, y mientras observaba el paisaje que ahora muestro, me alivié. Cómo te quedas..., perfecto. En un cuarto de hora entraba en Hornillos del Camino por la Calle Real en la que hay bastantes establecimientos que dan servicio a los peregrinos. El camino ha cambiado la vida de estos pueblos.
Caminando hacia Hontanas - Acuarela - 41 x 28 cm |
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