No soy amigo de celebraciones, pero hay momentos en el que estar rodeado de amigos te reconforta. Nos juntamos para mi cumpleaños y no tengo palabras con las que agradecer todo a todos. Demasiado. Me regalaron muchísimas cosas: este pequeño hidroavión de hojalata, de niño siempre me encantaron casi como hoy; también este otro, fantástico también: un fósil de una vieira santiagueña que, desde luego, tiene algún año más que el moderno Camino de Santiago. Cómo me conocen.
Si estás interesado en alguno de los contenidos de este blog, envíame un e-mail y te contestaré: If you are interested in any of the contents of this blog, send me an e-mail and I will answer:
No hay comentarios:
Publicar un comentario