24 de Marzo de 2003. Había pasado la noche en el albergue de La Faba, última aldea de El Bierzo antes de entrar en Galicia. Esa noche pernoctamos dos peregrinos en el albergue regentado por alemanes, un alemán y yo. Yo de alemán, cero, pero nunca olvido mi paso por él y lo recomiendo. Amaneció un día claro aunque durante la noche había caído una nevada considerable y disfruté del paisaje hasta llegar a O Cebreiro que con sus calles y pallozas cubiertas de nieve más parecía una postal navideña. Casas construidas de piedra de pizarra al igual que sus tejados a excepción de algunas construcciones circulares que lo tienen de paja en forma cónica, las populares payozas, alguna de las cuales mantienen abierta al público para mostrar la forma de vida que se llevaba dentro de ellas. Según pasaba la mañana aumentaba la temperatura y la nieve iba desapareciendo paulatinamente y cuando llegué a Hospital de la Condesa, pequeña aldea que toma su nombre de un antiguo hospital de peregrinos fundado en el siglo IX, consideré que debía parar a pintar. Dispuse un térmico impermeable sobre el suelo y sentado sobre él pinté esta acuarela mientras los peregrinos que pasaban se extrañaban de cómo podía pintar en esas condiciones. Hoy, Diciembre de 2008, con la nieve caída estos días sería imposible. Buen ánimo para los que estos días caminan en dirección a Santiago. Buen Camino.
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